Una vez más el fanatismo radical del Daesh vuelve a sembrar duramente el odio y la desolación en un mundo donde los que luchamos por mantener la paz y la concordia nos sentimos frustrados ante imágenes como las que en la noche de ayer, ese Viernes 13 de Noviembre de 2015 que ya ha quedado grabado en la memoria del mundo entero como uno de los días en los que la paz se vio quebrantada, llenando las miradas del mundo entero de lágrimas y con el corazón roto.
Una vez más, y en menos de un año, las miradas del mundo entero se volvieron hacia Francia, consternados por la cruel masacre cometida por la sinrazón de quienes se atreven a atentar contra la paz, la democracia y la libertad ASESINANDO a cientos de personas inocentes.
El pueblo francés, y ninguna nación del mundo, han de verse obligados a sufrir tan dolorosamente a causa de quienes tan solo llevan odio en sus mentes; un odio que no les deja ver más allá de la humildad y la paz, un odio que cada vez más se vuelve cruel y asesino, un odio que entre todos y todas debemos frenar de una u otra manera.
Hoy, cuando casí se cumplen veinticuatro horas de aquel fatídico momento, no quiero sino trasladar todo mi apoyo ya expresado al País de Francia y mi más sentido pésame a los familiares y amigos de los cientos de fallecidos, entre ellos un español.
El mundo no puede quedarse más tiempo de brazos cruzados, es momento de actuar, es el momento de que la unidad internacional de la que tanto presumen desde Naciones Unidas y otros estamentos internacionales sea palpable y consecuente en la lucha contra el terrorismo radical.
Hoy y siempre, ¡MI TOTAL REPULSA AL TERRORISMO!
"Liberté, égalité, fraternité"
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